Internacional | Haití
La ONU ha determinado que los grupos armados que controlan
amplias zonas de la capital de Haití, Puerto Príncipe, y sus alrededores están
recurriendo a la violencia sexual como estrategia para "instaurar el
miedo" en el conjunto de la población, con cifras de abusos que siguen
aumentando de manera "alarmante".
La violencia sexual se ha convertido en un arma más para
estos grupos, como lo acreditan las más de 90 entrevistas realizadas entre enero
y julio por un equipo conjunto del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos y la oficina de Naciones Unidas en Haití.
La Alta Comisionada en funciones, Nada al Nashig, ha
advertido de que lo "horribles testimonios" de las víctimas
demuestran que es necesaria una acción "urgente" para "detener
este comportamiento depravado, garantizar que los responsables rinden cuentas y
que las víctimas reciben apoyo".
Los expertos denuncian violaciones de niño de apenas diez
años y de personas ancianas, así como violaciones en grupo durante horas o en
presencia de hijos o padres.
"Convertidas en objetos sexuales, las mujeres, las
niñas y, en ocasiones, los hombres, también son obligadas a convertirse en
parejas de elementos armados en feudos de las bandas. Rechazar las demandas
sexuales puede conllevar represalias, entre ellas asesinatos y ataques
incendiarios", reza el comunicado que acompaña al informe
Todo ello en un ambiente de total impunidad, en la medida
en que estos grupos siguen controlando 'de facto' territorios y limitando
incluso el tráfico en carretera, lo que conlleva también problemas de
suministros básicos. Las bandas controlan ya el 60 por ciento de la región
metropolitana de Puerto Príncipe.
(Listín)