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Un padre y su hijo renunciaron a sus asientos en el submarino Titán por preocupaciones de seguridad solo unas semanas antes de su catastrófica implosión, según el medio CNN.
El inversionista Jay Bloom y su hijo Sean dijeron que ambos estaban preocupados por el sumergible y su capacidad para viajar a las profundidades del océano antes del viaje planeado hacia las ruinas del Titanic
Sus asientos finalmente fueron para Shahzada y Suleman Dawood, el padre y el hijo empresarios que estaban a bordo cuando el submarino implosionó y estaban entre los cinco pasajeros que fallecieron.
“Vi muchas banderas rojas. Solo estaba destinado a cinco personas. Simplemente no pensé que pudiera sobrevivir sumergiéndose tan bajo en el océano” aseguró Sean, de tan solo 20 años.
Menciona haber visto un video de Stockton Rush, director ejecutivo de OceanGate, la compañía que ofrece la expedición en aguas profundas, caminando por el sumergible y sus características.
OceanGate promocionó su submarino como seguro. Pero los expertos dicen que utilizó materiales que "simplemente no funcionaban", por lo que aún es investigada la compañía
“Al final, terminé advirtiéndole a mi papá al respecto, y él terminó de acuerdo conmigo”. Así fue como se salvaron de la tragedia marítima.
Titán era un sumergible que ofrecía a los pasajeros adinerados la oportunidad de ver los restos del Titanic, que se encuentra a 4 mil metros bajo el nivel del mar.
Sufrió una implosión catastrófica, según informó la Guardia Costera de Estados Unidos, que utilizó tecnología de punta para encontrar el sumergible Titán, bajo las enormes presiones de las profundidades del mar, matando instantáneamente a los cinco pasajeros, según las autoriades.
Los otros tres a bordo eran Rush, el empresario británico Hamish Harding y el buzo francés Paul-Henri Nargeolet que era amigo del cineasta James Cameron, creador de la película Titanic.
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