Panamá
Las autoridades panameñas han dado un duro golpe al lavado de dinero con la incautación de 32 propiedades adquiridas con fondos provenientes de un esquema fraudulento de criptomonedas vinculado a OneCoin. En un operativo conjunto, la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada y la Policía Nacional realizaron allanamientos simultáneos en San Francisco, Cerro Azul y Villa Lucre.
Como resultado, fueron confiscados apartamentos, fincas, vehículos de lujo y una cuenta bancaria. Además, se emitieron órdenes de captura internacional contra dos sospechosos clave: un ciudadano italiano y un estadounidense, ambos con antecedentes por delitos financieros en otros países.
OneCoin: la estafa que sigue dejando huella
La investigación reveló que grandes sumas de dinero provenientes de OneCoin, un esquema piramidal que defraudó a inversionistas en todo el mundo, fueron utilizadas para adquirir bienes en Panamá. Fundado en 2014 por Ruja Ignatova y Karl Sebastian Greenwood, OneCoin prometía revolucionar el sistema financiero digital, pero terminó siendo una de las mayores estafas de la última década.
OneCoin no contaba con una blockchain real ni un sistema de minería verificable, y su valor era manipulado internamente. Atraídos por falsas promesas, los inversionistas depositaron más de 4,000 millones de dólares antes de que las primeras investigaciones expusieran el fraude. En 2017, Ignatova desapareció sin dejar rastro, mientras que Greenwood fue arrestado en 2018 y condenado a 20 años de prisión en 2023.
Panamá en la mira por lavado de dinero
Los recientes decomisos confirman que Panamá sigue siendo un punto estratégico en la movilidad de fondos ilícitos. La investigación reveló que los responsables del fraude utilizaron testaferros y empresas ficticias para ocultar la verdadera procedencia del dinero.
El Ministerio Público no solo confiscó los bienes, sino que también emitió órdenes de aprehensión y alertas de Interpol contra los principales implicados. Las autoridades han advertido que continuarán rastreando activos vinculados a OneCoin y otros esquemas fraudulentos, con el objetivo de recuperar fondos y prevenir nuevas estafas.
Este caso deja una lección clara: las promesas financieras que parecen demasiado buenas para ser verdad, a menudo esconden riesgos que pueden costar millones.